Tan lejos

Hoy soy un hombre triste.

Todo es tan surreal. Mi habitación ya no me pertenece. Ahora alguien más habita en mi espacio. Estas paredes son ilusiones. Todo me parece tan distante... Siento que por más que estire mis brazos, todo se encuentra lejos, todo está perdido. Al fondo de esta oscura bruma, logro ver un pequeño destello de esperanza que motiva la escritura de estas palabras.

Me encuentro naufragando en un océano de dudas, incertidumbres y expectativas en donde mi voz no puede ser escuchada. Estoy lejos de la vista de cualquier ser humano. Nada más que el recuerdo y tu ausencia son todo lo que me rodea. Dejé de contar los días desde tu partida, no por un asunto de salud mental ni búsqueda de equilibrio, sino porque el tiempo es tan inasible que ya me es imposible seguirle. ¿Cuánto ha pasado desde tu último beso? ¿Cuánto más durará esta nostalgia? ¿Acabará siquiera?

Ahora busco alimentar las promesas que me mantienen aquí, la infinita lista de “ojalá” que he trazado desde nuestro punto de partida hasta este anochecer. Las palabras que solo flotaban en el aire dispersas, ahora habitan en las notas que dejaste por toda la habitación. Intenté juntarlas como un rompecabezas, tiene sentido, pero no eres tú sino una estrategia de la memoria para evocar lo que fue y ahora no es. No hay nada más excepto el recuerdo de tu risa, tu mirada en nuestras fotos en las que parecía haber sido feliz de una forma tan distante y ajena que es como si viera a otro. Me miro al espejo y soy otro.

Le enseñaste a un monstruo a abrazar su sombra, ese adentro que a veces se asoma para cambiarlo todo. Ahora está curado, pero no estás y él olvida lo aprendido, desanda. No puedo seguir por la vida resignificando lo que soy y no puedes estar conmigo más tiempo. En las horas más oscuras, siento un adiós colgando de mis labios, pero carezco de la valentía para pronunciarlo. En mis sueños trepo una montaña inmensa y al llegar casi a la cima, solo puedo contemplar la idea de saltar al vacío. Soy un caminante perdido en una metáfora siniestra, soy el elemento sobrante, la pieza que no encaja, soy el trayecto, pero no el destino. De repente anocheció y las sombras lo consumen todo y tu voz ya no está conmigo.

No sé de mí. Todo está tan lejos. Tú estás tan lejos. No hay un regreso posible para una causa perdida.


Jaime Villada - Saeta Roja


Comentarios

Entradas populares