Dudas

Me resulta confuso cómo es tan sencillo dar vuelta a la página. Cómo puedes ignorar y pasar de largo ante la persona a la que jurabas amor eterno y a quien mirabas y tus ojos se llenaban de luz y sonreías con una sinceridad incontenible. Es incomprensible cómo pasamos de serlo todo a no ser absolutamente nada en cuestión de unos días, tan simple como saltar un anuncio o pasar a la canción siguiente. Aunque comprendo los motivos y asumo la responsabilidad en el desenlace, es imposible comprender cómo ya no importan las promesas ni los ojalá, cómo fue de fácil solo voltear la mirada y romper con las promesas. Ahora mismo, veo las cosas que nos dijimos y cómo a través de otros encontrábamos las palabras que se nos escapaban; las canciones, las películas, los reels, los memes, las imágenes con algo de gracia y los gifs y videos eróticos que compartíamos con la promesa adjunta "algún día" y "por favor seamos"; todo está flotando y se desvanece en el aire.

No hay refugio contra tu ausencia, no entiendo cómo sobrevives lejos de lo que fuimos. Enséñame a contar tu fuerza y determinación. ¿Fue tan poco para ti? ¿Te resultó tan sencillo pasar la escoba y barrer lo que fuimos y lo que pudimos ser? A menudo encuentro tu cabello en alguna camisa, incluso tu olor todavía se siente en la gaveta donde dejé tus cosas; recuerdos maravillosos que abrazo y se esfuman, basta tocarlos y se irán para siempre.

Hoy escribo estas palabras sabiendo que pasé de ser el compromiso a ser una lista de chequeo. Una alarma cargada de sentimientos que suena siempre a las 11:11 con el deseo no enunciado de una vida juntos, de volver a lo que fuimos y hacer las cosas mejor. Soy ese recuerdo que aparecerá en tus redes de forma molesta y por un descuido. La ventaja para ti fue mi clandestinidad, la desventaja para mí es que estás en todos lados. ¿A quién muerdes ahora? ¿Quién llevará un suéter adicional y un paraguas por si lo necesitas? ¿Te cuida? ¿Se preocupa? ¿Te recuerda constantemente lo hermosa, talentosa, brillante e irresistible que eres? ¿A quién le modelas la ropa antes de salir de casa? ¿Con quién haces chistes atrevidos? ¿Quién logra poner tus mejillas rosas y tus orejas calientes? ¿Quién logra erizar tu piel con una caricia? ¿Quién...?

Si me extrañas, eres una actriz excelente. No te siento desde la noche en que te fuiste e incluso siento que estoy perdiendo la referencia de tu voz. Nunca precisaste razones para hablarme y ahora mismo tampoco las necesitas, aunque quisiera que tuvieras montones, incluso elementos absolutamente triviales.  Ya no me quedo dormido con el sonido de tu voz, ya no hay pláticas mientras el otro duerme para dejar nuestro mensaje guardado.  ¿Los bailes, las risas, esos planes que nos prometimos? Están todas en un cajón alejadas de mi vista. Me duele verlas, me duele saberlas, me duele.

¿Cómo avanzan tus días sin la persona con la que intercambiabas mensajes todos los días? Yo miro mi teléfono unas cien veces cada hora y me emociono tanto al escuchar un nuevo mensaje... Pero no, ninguno es tuyo, no a esta hora del día, no hay ninguna razón, no hay un pretexto que te evoque, nada nos junta, nada nos une, excepto una memoria de eventos compartidos en lo que estoy a punto de pensar que solo yo los viví.

Ahora no creo en héroes ni redentores, nadie vendrá a salvarme. La felicidad de las parejas me resulta nauseabunda y solo quisiera gritarles con la misma certeza del profeta desengañado que el amor no dura, que los sacrificios cansan y que al final, uno es infinitamente reemplazable. Todos me advirtieron que dolería y yo lo sabía mejor que nadie. ¿Cómo puedo seguir adelante con tu ausencia golpeándome el pecho? ¿Cómo no te das cuenta que lo dejaría todo y recomenzaría por ti? ¿Cómo te hago entender que estaré bien de este modo? ¿Cómo...?

¿Con quién estarás compartiendo ahora tus pensamientos? ¿Esas cosas que no hablabas con nadie y que solo me las decías a mí? ¿Ahora me pregunto quién te mima y te consiente cuando estás en tus días? ¿A quién le lloras cuando estás abrumada y fatigada? ¿Sobre quién te apoyas cuando no encuentras la salida para algo y estás buscando una nueva perspectiva a un problema que ya resolviste, pero sobre el cual quieres hacer un poco de drama y llorar?

Ya no hay preguntas por el significado de las palabras en tu libro. Siempre pudiste consultarlas, pero preferías que yo te las explicara. Los saludos en las mañanas han desaparecido, esos que venían acompañados de palabras de amor y títulos románticos. No hay más llamadas para verte dormir mientras voy al trabajo y no hay más despedidas en susurros a la hora de dormir. Esa voz que buscaba despertarte luego de nombrar todas las cosas bonitas del universo que son evocadas por ti, ha sido silenciada. Ahora las margaritas se marchitan y se pudren, incluso los tulipanes perdieron el color. ¿La distancia nos pudo o quizá nos faltó más amor?

¿A quién le hablas ahora de tu día? ¿Con quién te desquitas del enojo producto de tus conocidos por sus tonterías? ¿Todavía te acosan en la calle? "Solo recuerda que no es tu culpa, solo sal de ahí, busca ayuda" quisiera decirte, pero no me oyes, o quizá soy yo quien no te oye. ¿Estás hablando siquiera? ¿Hay alguien más a quien miras y sonríes? ¿Acaso le enseñaste nuestro beso de miradas? ¿Alguien ocupa el primer lugar en tus conversaciones recientes? ¿Hay alguien...?

Estuvimos con el alma desnuda el uno frente al otro. Me hablaste de tus miedos, te compartí los míos. Me enseñaste que llorar está bien, y ahora lloro, pero no me siento bien, no mejoro, solo duele. Antes podría esperar tus silencios por horas confiado en tu regreso, en que volverías para decirme que me amas, que me extrañas, que estabas ocupada. Ahora simplemente no apareces y ya no sé si me amas o si me extrañas. ¿Cómo logras salir tan bien de esto?

La gente me habla de reponerse, de dejar que el tiempo pase, de sanar... Pero sanar implica olvidar(te) y yo no quiero hacer eso. El amor más grande de mi vida no puede solo borrarse, y bajo esa lógica ¿Dónde me ocultas a mí? La vida no es justa, cierto, pero pensar en que no soy el amor de la vida del amor de mi vida, es un nivel nuevo de crueldad. Me niego a pensar que este amor que llevo tatuado en la piel, literal y metafóricamente, desaparezca como cualquier otro elemento olvidable.

¿Cuál será tu motivación para entrenar? ¿Para quién escribes ahora? ¿Volviste a pintar? ¿Todavía ves nuestras fotos? ¿Las tienes siquiera? Podrías borrarlas, si acaso no lo hiciste ya. Eliminarlas para siempre y deshacerse de la evidencia, igual a como lo estás haciendo conmigo. ¿Bailas todavía cuando caminas? ¿Se siguen formando los huecos en tus mejillas? ¿Tu nariz se mueve cuando te ríes fuerte? ¿Todavía tienes rayitos de sol al despertar? ¿Acaso me sigues amando como yo a ti? ¿Volveremos a vernos? ¿Vas a volver siquiera? ¿Me estás olvidando? ¿Me estás perdiendo?... ¿Estás...?

¿Leerás esto? ¿Mis palabras llegarán a ti? ¿Todavía me lees siquiera...?

 


Jaime Villada - Saeta Roja

Para mi Señorita Dorada, que sigue brillante, aunque aquí sea de noche.

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