Quiero
Estoy cansado de las historias de amor perfectas que comienzan con un café una tarde. No quiero un amor perfecto de literatura fácil, donde las cosas para ambos amantes se dan de forma inmediata, sin sufrir tanto, porque el lector es sensible y se puede aburrir. Tampoco quiero un romance de flores que se marchitan a la semana ni quiero idealizar un domingo recostados en cama, con sexo intermitente y mucha comida chatarra. Al infierno con las noches en terrazas bebiendo vino y viendo las estrellas, es demasiado perfecto, y demasiado siempre es molesto.
Contigo quiero un amor difícil, uno que debamos
construir con las manos, sin ayudas, que debamos sufrirlo para que valga la
pena. No quiero limitarme a ser solo un libro con dedicatoria expuesto en tu
anaquel, no quiero ser solo un brazalete ni un flashback durante tu clase ni
esa notificación que te hace sonreír. Quiero las peleas por cosas estúpidas que
acaban en sexo de reconciliación, quiero las tardes de lluvia donde nos mojamos
hasta los calzones y nos enfermamos. Quiero compartir contigo el incesante
tedio de los días y estar ahí cuando vivir se sienta como una mierda, porque
justo ahí es donde nos haremos más fuertes. Quiero los días difíciles, donde la
tensión no nos permita siquiera saber cómo hablarnos. Viviremos días de rutina
con tardes de lavar la ropa y donde debemos cocinar juntos, y serán perfectos
porque son contigo.
Quiero vivir en tu cama, en tu vida, ser lo que
abrazas antes de dormir y luego pateas porque te da calor. Necesito conocerte en
los días más grises; en los tuyos, cuando lloras sin motivo y solo necesitas
que te acaricien, porque no comprendemos la razón de tu tristeza, pero valoras
la simple compañía; y en los míos, cuando me sienta insuficiente para ti,
cuando la sensación de que no te merezco se apodere de mí y ese autosabotaje
empiece a susurrarme indicando la salida; ahí intervienes tú, para recordarme
que tenemos como tarea construir una relación envidiable, donde quepamos los dos,
hecha a nuestra medida, y que en medio de mis faltas y las cosas que no podré
brindarte, todavía habrá mucho amor para ti y quieres recibirlo.
No quiero los sueños lúcidos donde ambos somos
felices, quiero sentir que te puedo perder y que esa angustia me mueva a
recuperarte, a construir el amor todos los días y a que te enamores de mí cada
noche, porque contigo no he ganado nada, al contrario, está todo por hacer.
Incluso si pasan los años, quiero sentir que todavía puedo enamorarte para que
esta aventura juntos nunca acabe, para que el viaje siempre tenga algo nuevo
que ofrecer. Ambos odiamos la monotonía, pero la tendremos, y que sepamos que
es temporal y que quizá el día siguiente será diferente, pero decirlo con la
certeza que concede estar con alguien con quien podemos ser nosotros mismos.
Que se joda la gente que nos critica, no me
interesan las noches de cóctel donde usarás tu mejor vestido y te maquillarás para
impresionar a alguien más. Quiero verte despeinada y con mal aliento al
amanecer y quiero verte una tarde sin ducharte y al llegar del trabajo, porque
(como te he dicho tantas veces antes) me enamoré de tus gestos, de tu risa, del
sonido de tu voz, de tu mirada, del sonido que haces al dormir, es decir, me
enamoré de las cosas inmutables. Amo tu belleza natural, esa que brilla cuando
recién sales de casa a estudiar y esa que se desnuda antes de dormir. Esa que
me manda fotos en el día sacando la lengua o que me manda gifs haciendo caras y
dando besos.
Qué se joda el amor perfecto, porque nosotros haremos uno todavía mejor.
Comentarios
Publicar un comentario