Vínculo
De forma insólita se consolidó un vínculo tan extraño e inexplicable, surgido de la nada; las conversaciones más ocasionales, las miradas accidentadas y desde la distancia. El amor despertó cuando las circunstancias más adversas chocaron, de esa colisión nace esta sincronía milagrosa y nueva en donde siento lo que sientes, física y emocionalmente. Enfermo cuando enfermas, me siento triste cuando lloras, me alegro con tus triunfos, me enojo cuando algún hijo de puta te hace enojar. Es un vínculo divertido y completamente nuevo.
Ni juntando todas mis experiencias, emociones y fracasos anteriores, se pueden comparar con esta sensación, este sentimiento que surge desde lo más profundo de mi ser y lo transforma todo. Contigo soy mejor, contigo siento que lo puedo todo. Los días y los minutos son tan cortos para todo, quiero sacarle tiempo al tiempo para coincidir con nuestro lenguaje no hablado, porque en medio de los silencios habita nuestro deseo, nuestro anhelo, el magnetismo que atrae nuestros cuerpos y que busca unirnos una vez más y para siempre.
Cuando te veo a los ojos empiezan a pasar por mi mente todas las palabras que no podemos decir pero que basta solo mirarnos para entenderlo todo; el deseo, la ansiedad, la angustia, la tristeza, la alegría por coincidir y este amor tan caótico y tan bello como una obra maestra de la literatura, tan armónico como la canción más bella, tan sutil como un susurro. La atracción ineluctable que siento de ir a tu encuentro cada vez que en tu rostro se dibuja la sonrisa más maravillosa, espontánea y coqueta que haya visto jamás.
A veces pienso que las lágrimas son limitadas, que solo tenemos permiso de llorar en cierta cantidad y más allá de eso, nada. Por eso, no quisiera que derramaras ni una sola de ellas mientras estés conmigo, salvo que sean de felicidad, que sean porque, en la efervesencia de nuestro amor, simplemente no pueden ser contenidas. Lágrimas de tristeza son algo que no quiero ver deslizarse por tu rostro, pero estaré dispuesto a limpiarlas y acompañarte cuando te sientas débil, porque juntos somos más que dos.
Amarte cuando te sientas menos es mi principal premisa y promesa, amarte con cada fibra de mi ser, amar tus mañanas de mal genio y tus noches de locura, tus gustos raros, tu risa escandalosa y cortada, amarte todavía más cuando escuchemos truenos y cuando quieras dormir abrazada para no sentir la soledad. Cuando vayas por ahí saltando y dando vueltas haciendo que todo brille a tu alrededor. Estoy dispuesto a luchar contra todo lo que sea necesario para estar juntos, ni el miedo, ni el tiempo, ni las personas encontrarán un lugar en nuestra relación porque será completamente nuestra. Nadie que quiera hacernos daño o que no comparta nuestra felicidad podrá entrar, no se lo permitiremos. La distancia perderá todo poder cuando vea que incluso así podemos seguir amándonos igual, porque aprendimos a querernos en lo oculto, en lo pequeño, en lo simple.
Estaré dispuesto a amarte como nadie lo hará jamás, a darte un amor bonito, sincero y completamente lleno de cosas bellas, en donde no faltarán las tormentas, pero juntos sabremos salir adelante y mostrarle al mundo un amor como jamás se ha visto, sí y solo sí estarás para mí al final del camino.
Jaime Villada Vélez - Saeta Roja
Para mi Señorita Dorada. Te amo locamente, hermosa.
Comentarios
Publicar un comentario